(ENSALADA DE HOJAS VERDES CON SALTEADO DE PEPINO, MELOCOTÓN y FRESAS AL SÉSAMO)
No sé si a ti te está pasando.
Al principio lo veía, me chocaba y lo olvidaba.
Luego, pasó a ser recurrente.
Entonces empecé a observar con atención.
Me di cuenta que,
bastante gente está en una especie de corazón helado, no miran para nada a su alrededor. Hay una relación mínima o nula con su entorno, pues en sus acciones sean el conducir, limpiar el coche, comprar en un super, playa, etc. no tienen en cuenta a los demás.
Y, por otro lado, veo personas con una seriedad tan pesada que una quiere imaginar que es autoimpuesta. Porque si no es así, ufff. Muchos de esos ojos tienen una chispa que quiere salir y no lo hacen. Atrapados en formalismos, rigideces, manos duras e inexpresivas.
¿te has dado cuenta tú también?
Ya sé que esto que nombro puede tener otras interpretaciones.
Estoy de acuerdo.
Pero hoy quiero traerlo para hablar del FUEGO.
De tú FUEGO.
Nuestro FUEGO.
De cuando nos relacionamos desde el corazón con una mirada limpia, un tacto firme y a la vez suave.
Una comprensión por lo que nos rodea.
Unas piernas que no se hinchan ni están cansadas.
Un latir firme, suave (noche y día), sin arritmias ni ansiedades (corazón).
Un cuerpo que aprovecha al máximo los nutrientes que su dueño le da, para que no tenga que tomar suplementaciones (intestino delgado).
Este sábado doy un taller online de 4h sobre FUEGO: corazón e intestino delgado y muchas cosas más, donde puedes impregnarte totalmente de este conocimiento para nutrir tu FUEGO.
Los siguientes 4 artículos que voy a publicar van destinados a hablar de todo esto, acompañado por recetas medicina de verano, con el objetivo de que experimentes, si quieres claro.
Aquí va el primero:
El Fuego, dentro de las 5 transformaciones o 5 elementos representa el estado más yin de la energía.
Es el momento de máxima expansión.
En la naturaleza podríamos observarlo en el momento en el que aparecen los frutos, después del crecimiento de las plantas.
Al ser el momento de máxima expansión podemos relacionarlo con la capacidad de expresión y de comunicación.
El Fuego también tiene una calidad transformadora. Por ejemplo, puede cambiar la madera en cenizas…
Debido a esta naturaleza de transformación, requiere de un control específico.
Cuando nuestra calidad de fuego pierde el control perdemos nuestra capacidad de responsabilidad y de calma.
Aparece el caos.
Las personas que se rigen por el fuego suelen tener una gran abertura emocional. Suelen gustar a la mayoría de las personas, pero no tienen muchos amigos de verdad.
Aunque parezca paradójico tienden a gustarles la soledad.
Son apasionados, extrovertidos, sociables, superficiales, muy buenos en las relaciones públicas.
Hay dos tipos de fuego muy marcados:
El caótico y más bien desordenado, impredecible.
Y el super ordenado, estructurado.
Como siempre digo no hay nada malo ni bueno, todas las cualidades nombradas hasta ahora son positivas, incluso el caos, aunque seguramente estés pensando lo contario.
Porque en el caos está la magia, está el momento en que se detiene el tiempo para entrar en el vacío donde se te revela la verdad.
Vivir o manejarse en el caos no es fácil.
Muchos de nosotros deseamos estar en el momento preciso en el que se para el tiempo y podemos adentrarnos en la comunión con el todo.
Lo invisible se vuelve visible, aunque sea por un segundo, y, te olvidas del caos, porque en el fondo, en ese momento, justo en este momento todo tiene el orden que tiene que tener.
Es más, puedes verlo sin esfuerzo.
Quizás sabes perfectamente de lo que te hablo porque cuando vives situaciones así no se olvidan.
Quedan registradas en tu memoria celular,
eso,
ya,
es imborrable.
Ahora bien, puede ser que te esté sonando a chino lo que te estoy contando.
Si es así, no importa.
Lo que importa es que te quedes con que ORDEN es PODER.
Y que tu fuego necesita un mínimo de orden.
La persona que tiene mucho fuego y es el tipo de fuego ordenado y meticuloso que nombraba antes, tiene mucho poder para él mismo.
Porque no pierde el foco
Porque trae una estructura que forja cada día.
Y toda esa energía expansiva y relacional con el mundo la invierte sin desperdiciar nada, para alimentar su corazón y conseguir sus propósitos.
Sin perder la esencia del tacto, de la capacidad de incluir todo y a todos.
Orden es Poder.
Así que, si queremos alimentar nuestro fuego, deberíamos observar si mantenemos un orden. Y si no es así, propiciarlo.
Los órganos que rigen este elemento son el:
a. Corazón
b. Intestino delgado
c. Sistema circulatorio
d. Lengua
e. Tacto
f. Intuición (nuestras capacidades mentales más espirituales)
Las recetas que publico hablando sobre el fuego van a alimentar el Corazón, el Intestino Delgado y también al sistema circulatorio.
En mi taller sobre alimentar tu fuego me extiendo con todo esto, pero aquí no voy a ocupar más espacio, solo doy una pincelada, para que veas por donde van los tiros.
Para que te preguntes dónde estás con tu fuego.
Para que sientas a tu cuerpo como reacciona cuando le das una de estas ricas recetas.
Me gusta pensar que mientras lees esto ya te estás cuestionando algo sobre tu corazón.
Así que voy a seguir un poquito más:
Nuestras alas simbolizadas por nuestros brazos y manos son la prolongación y expresión de nuestro corazón.
Nuestras manos hablan y mucho, observar cómo transmiten nos da pistas. Su tacto, una vez más expresan un estado sutil de nuestro corazón.
El fuego nos trae la capacidad de ver más allá, lo que comúnmente llamamos intuición.
El fuego está relacionado con nuestras capacidades mentales más “espirituales”.
La emoción de este elemento es la alegría, en negativo sería la euforia excesiva o la histeria.
Hay algo que quiero resaltar y es cuando miras un fuego principalmente ¿qué ves?
Ves algo que no para de moverse ¿verdad?
Imagina por un momento un fuego estático, rígido, como una espada.
Imposible ¿a que sí?
Pues eso.
Fuego es movimiento.
Si queremos nutrir el fuego debemos propiciar también el movimiento.
Hay mucho más sobre los órganos, emociones, estación del año, estilos de cocción que nutren este elemento.
Luego viene (para mí) la parte divertida, que sucede cuando una vez has asimilado todos estos conocimientos, empiezas a experimentar con ellos.
Aprendes a regular tu alimentación en verano.
Aprendes cómo neutralizar los excesos que cometes, bien sea porque estás de vacaciones o porque tu rigidez te ha llevado a decir:
-¡Basta ya!
Pero, vamos poco a poco.
De momento, aquí tienes esta receta exquisita para empezar a refrescarte y sí, aunque parezca contradictorio, a nutrir tu fuego:
ENSALADA DE HOJAS VERDES CON SALTEADO DE PEPINO, MELOCOTÓN Y FRESAS AL SÉSAMO
(2personas)
Ingredientes:
Un puñado de hojas verdes (lechuga larga, escarola, berros, canónigos…)
¼ de pepino
¼ de melocotón
2 fresas
Aceite de sésamo
Preparación:
Cortar el pepino, el melocotón y las fresas a rodajas finas.
Poner una sartén con aceite de sésamo y saltear el pepino y el melocotón con una pizca de sal.
Una vez salteado se reserva.
Poner las hojas verdes en el plato y agregar el salteado.
Por último, añadir las fresas por encima.
Abrazo,
Joana P.
PD1: este jueves sigo con el fuego en parte II
PD2: te hablaré de las varices en la parte III, antes queda la II: las terrazas de verano y el NO desgaste de Riñón.
2 respuestas
Me gustaría que me ayudaras a dominar mi fuego interior. Y una receta refrescante para el verano.
La ensalada que acompaña a este artículo es una receta refrescante. Iré publicando más durante estas próximas semanas. Para que tengas una variedad.
Y… ¿sobre dominar tu fuego interior?, te recomiendo una consulta conmigo para acompañarte en el proceso, sería desde el coaching. Abrazo, Joana