Al principio me gustaba escribir artículos técnicos sobre nutrición y salud.
Ahora,
me aburre.
Si no es con una historia, aunque sea breve, pffff…
¡Qué le vamos a hacer! es lo que tienen las transformaciones en la vida.
Pero no te preocupes, el conocimiento lo tengo, en las clases lo doy todo y en las consultas de nutrición también.
Quería contarte una historia sobre una flor que empezó a marchitarse.
Evidentemente hay muchas causas por las que esto puede pasar.
No soy botánica, pero sí soy mujer.
Hay una gran similitud entre la esencia de una flor, su belleza, con la de una mujer. Al menos desde mi experiencia yo lo percibo así.
Y desde ahí quiero contarte esta historia.
A lo mejor en otro artículo me voy al emocional, por ejemplo, cuando una mujer está sometida a un maltratador, ahí también se marchita pero… hoy quería hablarte de la humedad interna.
Cuando riegas una planta en exceso ¿qué le pasa?
Que las raíces se pudren porque se encharca demasiado la tierra y empiezan a aparecer manchas en las hojas y las flores están mustias ¿verdad?
Si no la riegas la matas por sequedad, la planta necesita de una humedad para que pueda absorber los nutrientes de la tierra; pero si te pasas la encharcas y también se puede morir.
Uno de los problemas más frecuentes que me encuentro en consultas de nutrición es el exceso de humedad interna, sobre todo en mujeres.
Desde la medicina china hay tres órganos responsables de la gestión de los líquidos internos: bazo, pulmón y riñón.
Hoy me quiero centrar en el bazo. Las mujeres tenemos una relación muy estrecha con él.
Una nutrición adecuada ayuda a mantener un bazo tonificado y a mantener a raya el exceso de humedad interna.
Muchas se preocupan por sus cabellos debilitados, o un aspecto de piel marchita.
Entonces vienen las hidratantes y más hidratantes de piel, complementos de uso tópico para el cabello y también pastillas.
Deja que te diga: si no lo acompañas con una alimentación adecuada, dependiendo de la edad, no conseguirás los resultados que anhelas.
Pues bien, desde mi experiencia hay una similitud entre las flores encharcadas y nosotras.
Para moverte con libertad y ligereza no puedes hacerlo desde unos pies sumergidos en fango profundo y espeso, es agotador ¿verdad? esa pesadez en las piernas…
Tampoco con la cabeza embotada, como con una turbiedad que no te deja tener pensamientos claros.
En fin…
Que necesitas tener la humedad justa y necesaria en tu tierra, en tus raíces, para desplegar la esencia de tu flor en su máxima potencia.
¿cómo lo puedes hacer?
Aquí van 3 pautas sencillas para empezar, por si quieres seguirlas:
- Come solo cuando tengas hambre y bebe solo cuando tengas sed. No te preocupes por la limpieza de tus riñones queriendo beber los litros que sea al día. Sí ocúpate de nutrir esos riñones para que puedan hacer su trabajo adecuadamente.
- Reduce el consumo de fruta cruda sobre todo en otoño y en invierno. En especial las frutas tropicales, si vives en el clima mediterráneo.
- Incorpora los escaldados y salteados en tu dieta, si puede ser a diario mejor. De verduras variadas, hojas verdes y raíces como la zanahoria.
Es más sencillo de lo que parece, te lo aseguro.
Si te he despertado que te cuestiones dónde estás con respecto a la alimentación y el encharcamiento, me alegro.
Ya sabes, puedes reservar 10min conmigo para saber qué más puedes hacer.
Si no te ha movido, pues eso, déjalo pasar.
joana p.
PD: ¡ups! No te he contado la historia de esa flor que se marchitaba por el exceso de humedad interna, lo hago en breve ¿ok?
2 respuestas
Me gusta el arrullo con el que envuelves las historias .!!
Gracias. Un abrazo, Joana