Comer sano:
adaptación a la forma de vida actual

Comer sano:
adaptación a la forma de vida actual

Cada vez está siendo más necesario tomar conciencia de lo que es una alimentación sana y de los beneficios que aporta a nuestra salud, especialmente a la de nuestros hijos.

Una dieta no puede convertirse en algo fijo. En general, cuando encontramos el tipo de dieta que nos funciona y sobre todo que nos gusta, es probable que acabemos comiendo casi siempre lo mismo:

• Mismos desayunos
• Mismos alimentos entre horas cuando tengo un poco de hambre
• Incluso mismas cocciones…

Para seguir una dieta sana, natural y equilibrada hace falta que la adaptemos en cada momento a las necesidades de nuestro organismo, teniendo en cuenta los que nos rodea a diario, como por ejemplo:

1. Horario Laboral: deberíamos tener en cuenta que sea cual sea, no debemos perder de vista que una buena alimentación es una inversión de futuro. Adaptarnos de la mejor manera posible sin caer en el tópico de “como no tengo tiempo, salgo, como cualquier cosa y ya está”.

2. Actos sociales: si hemos de salir fuera de casa o asistir a muchas comidas de negocios, aprender a seleccionar platos que estén en buena sintonía con uno mismo puede ayudarnos muchísimo. Reequilibrar el mediodía con la cena, si es necesario cocinando luego en casa. Las fiestas son las fiestas y dependiendo de nuestra salud podremos permitirnos ser más o menos permisivos.

3. Amistades: cuando empezamos a cambiar los hábitos en la alimentación, los amigos de entrada preguntarán por qué. Lo mejor que podemos hacer en este caso es cocinar bien y variado para compartirlo. Si nos invitan, ser flexibles y escoger lo que queremos comer. Es importante no dejarse llevar por lo que los otros dicen, consumir lo que sabemos que nos va bien y dejar que los otros coman lo que ellos quieran sin aconsejarlos en dietética.

4. Escuela: Conciliar la vida laboral con la familiar es cada vez más difícil, pero poco a poco, podemos cambiar nuestra vida familiar, organizarnos mejor, estableciendo prioridades según los objetivos que nos vamos marcando. Una de las consecuencias de no poder conciliar trabajo y familia es que muchos niños se quedan a comer en la escuela. Si en los menús escolares encontráis alguna necesidad por cubrir, estaría bien compensarla con los desayunos y las cenas en casa, un buen momento también para disfrutar de las comidas en familia.

5. Viajes: No debería ser un condicionante. La persona que viaja cuando se marcha de vacaciones debe encontrar la manera de llevar una alimentación más o menos sana para un tiempo limitado. Después, al volver a casa, reajustará su dieta para volver a equilibrarse.

En resumen, tener una visión amplia sobre como llevar un estilo de vida saludable no incluiría solo el punto de vista biológico (la alimentación), también comportaría realizar actos que mejoren la calidad medioambiental de nuestro entorno, así como una mejora en las relaciones interpersonales con nuestro alrededor.

joana p.

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