No sabotees tu día nada más levantarte.
Voy a lanzar una serie de preguntas y te invito a que simplemente escuches lo que respondes:
1. Nada más levantarte te sientes ya cansada ¿con la sensación de que no has descansado lo suficiente?
Evidentemente es importante si por la noche no has tenido un sueño profundo y reparador. O si, te fuiste a dormir super tarde como acostumbras a hacer últimamente.
(Hablaré del insomnio o del estrés nocturno, próximamente)
Para lo que te quiero explicar hoy, esto no importa.
O sea, que independientemente de que te pase lo del sueño, contesta la pregunta con un ¿sí o no?
2. ¿Te falta energía?
3. ¿Te tomas un café porque crees que sino lo haces no serás capaz de tirar con tu día?
4. ¿te levantas con el tiempo justo para asearte, café y poco más?
5. ¿Incluso te paras en el bar de camino a tu trabajo y compras o comes el bocata o dulce para aguantar la mañana?
6. O… por el contrario, ¿te levantas tan pesada, además de cansado que no tienes nada de hambre y eres de los que ni desayuna y se espera a la hora de comer?
7. ¿Has oído hablar de los semi ayunos y crees que no desayunando, vas arreglar tus problemas digestivos o vas a perder peso o estarás más saludable?
Me gustaría, si tú quieres claro, que veas
¿a cuántas de estas preguntas has dicho sí?
Y podrías estar pensando:
– de acuerdo he contestado sí, a un 80% de las preguntas, pero me siento bien. Vale, es verdad que me cuesta arrancar por las mañanas. Lo del café…bueno… podría ser verdad, pero es que me gusta-.
No te voy a decir que lo estás haciendo fatal.
Ni que el café lo deberías dejar para el resto de tu vida.
Para nada va de eso.
Este artículo va de tomar conciencia.
De que sepas que puedes levantarte ligero como una pluma,
y,
sin cansancio.
De que el café te lo tomes como placer y no como una necesidad para afrontar el día.
Va de que puedas empezar con algún pequeño cambio en tus hábitos matutinos, para que dejes de estar hipotecado el resto del día.
¿cómo?
1. Levántate un poco antes (media hora sería genial)
2. Toma un vaso de agua caliente con unas gotas de limón (si comes carne con frecuencia)
3. Ancla tus pies en el suelo, estira tus brazos hacia arriba uniendo las palmas y mantén la postura 1 minunto, luego repites 1min +1min. En total serán tres minutos por separado.
4. Si puedes hazte una friega en todo el cuerpo con una toalla de algodón y agua caliente, antes de pasar por la ducha.
Hasta aquí todo esto te va a llevar 15 min.
(NO hace falta que hagas los 4 puntos de entrada. Escoge uno, ves incorporándolo como hábito. Por ejemplo, el de levantarse antes para estar contigo sin prisas, puedes empezar por 10 minutos mientras te tomas ese ansiado café).
Si has hecho los 4 puntos, te quedan 15min de esa media hora que te propongo.
Con ese cuarto de hora que te queda, tómate ese café si es el caso.
Sino una infusión.
Solo quédate tomando esa bebida con calma, observando tu alrededor. Igual eres de los que escucha pajaritos o está cerca del campo, mejor.
Céntrate en ti, escucha tu cuerpo, tus pensamientos (como un simple observador/a) (15 min).
Ya harás todo lo que tengas que hacer.
Esto es nutrición.
Y de la buena.
Este domingo 28 de mayo doy un taller online sobre desayunos.
Es muy muy ágil y entretenido.
Fácil.
Si quieres saber más puedes pedirme información en privado.
Ya sé que no he hablado de los hábitos alimenticios en el desayuno, pero, es que es tan importante empezar por escucharte, estirarte…
De todas formas, aquí comparto una receta como una de las muchas opciones que hay, para un desayuno saludable:
MERMELADA DE MANZANA CON NARANJA
3 manzanas, peladas y cortadas a gajos
1 naranja, pelada y cortada a trocitos
Sal marina
Melaza de arroz
2 cucharaditas de ralladura de naranja
2 cucharadas soperas de maicena o kuzu
Colocar las manzanas y la naranja en una cazuela, con un fondo de agua y una pizca de sal. Dejar cocinar a fuego bajo durante 30 minutos. Endulzar al gusto con la melaza. Batir bien y volver a poner a calentar. Diluir la maicena o el kuzu con un poco de agua fría, añadirlo a la fruta y remover con cuidado, hasta que espese. Añadir la ralladura de naranja y mezclar bien. Dejar enfriar un poco.
Cuelgo esta receta para los que les guste empezar el día con unas tostadas y algo dulce.
Me parece importante poder sustituir una mermelada cargada de azúcar por algo mucho más natural.
Te aseguro que con un cambio de mermelada tu día puede cambiar y mucho.
Todo esto lo cuento en mis talleres de cocina online y mucho más por supuesto.
Y sobre el semi ayuno…
Si es que quieres hacer eso, primero aprende a escuchar tu cuerpo, lo que comes y como te sienta.
Y si quieres seguir con ello, hazlo por la tarde/noche. No por las mañanas.
Un buen síntoma de que tu hígado no está bloqueado es que te levantes con hambre.
Puedes leer también este otro artículo relacionado con lo que hoy te estoy contando:
https://bunkerroto.com/blog/si-la-vida-te-da-limones-cocinalos/
No te quedes con dudas, si quieres escríbeme.
Un abrazo,
Joana P.