Hace cosa de un mes hice un amigo nuevo.
Trabaja en un mega almacén como encargado de logística de cientos de palets.
En esos palets dependiendo de la empresa que alquila hay de todo.
Unos tienen bambas, otros bolsos, pantalones, pefumes, etc.
Pero un camión llegó cargado de chupa-chups aromáticos.
Recibieron una orden de “arriba”:
-ya no los quieren. Haz con ellos lo que creas oportuno.
Así que mi amigo empezó a distribuirlos. Parece ser que todo aquel que recibía el misterioso chupa-chup lo tomaba en sus manos con sorpresa y agrado.
Uno de eso días que me encontraba con él aparece con una caja con 8 chupa-chups misteriosos.
No tenía ni idea de que iba aquello.
Me dijo:
-son para ti. Abre uno.
Lo miré con cara de sorpresa pues los chupa-chups tenían un tamaño como dos puños cerrados de mi mano.
De repente una mezcla de fragancias paseaban por mi nariz.
Procedía de la caja.
Le hice caso, abrí uno de eso chupa-chups y una gran sonrisa se dibujó en mi rostro.
Él reía, se divertía al ver mi expresión.
Me sorprendió verme entusiasmada con aquel artefacto en mis manos, oliendo y tocando. Fue un momento divertido. Enseguida pensé dónde colocarlo.
No allí no.
mmmmmm…. ¡Ah! ¡Ya sé! Lo pondré en el coche…. No…
total que estuve bien entretenida con esa “cosa”.
Quise repetir el experimento a ver si otros tenían la misma reacción que yo. Como me regaló bastantes…
En unas semana, en casa teníamos comida familiar, así que me dije:
Aprovecharé y los regalaré a los invitados. Eran de diferentes edades: adolescentes, maduros y serios, alguno divertido.
¡Perfecto! Voy a ver qué pasa.
Así que cuando estábamos en la sobremesa, relajados y hablando de nuestros temas favoritos, les hice cerrar los ojos y poner las manos abiertas para recibir.
Fui uno por uno dejando en sus manos ese misterioso chupa-chup.
Como niños lucharon para abrir ese artefacto de considerables dimensiones y …
¡A todos se les iluminó la cara!
Lo tocaban, olían, se preguntaban dónde lo iban a poner.
¡Increíble, les pasó lo mismo que a mí!
Algo parecido te puede pasar si te permites recibir una sesión de coaching para conseguir aquel objetivo que tanto deseas.
Ilusión, sorpresa, sonrisas. Recuperar tu parte juguetona y creativa para trasladarla luego a tu hacer diario.
Ese cocktail entre seriedad, estructura e imaginación, es lo que consigues en una sesión de coaching conmigo.
¿Quieres saber lo que había dentro del mega chupa-chup aromático?
Reserva 10 minutos conmigo para saber qué puedes conseguir con este tipo de coaching, esos minutos no tendrán desperdicio .
Dame la clave:
-Oye, ¿qué había dentro del chupa-chup aromático?
Te lo diré. Además escucharé dónde estás con respecto a tu anhelo y hacia dónde quieres ir.
joana p.
PD: El coaching ontológico es una herramienta muy eficaz. No va de bromas ni risas, sí de liberación y desarrollo personal. La frescura y la sonrisa no está reñida con lo serio y profesional.