Hoy te traigo una lección fundamental en la escucha.
Es simple, no te voy a decir nada que posiblemente no conozcas, porque es pura lógica.
Pero, ¿sabes qué?
La maldición del conocimiento, a veces, nos juega malas pasadas.
Así que por si acaso te lo digo.
Aunque deja que antes te cuente una historia:
¿Sabes cuándo te duele la barriga de tanto reír?
Pues me pasó el otro día con mi amiga (no la de sexo en las redes, otra).
Ella es… bueno, ella.
Es de esas personas con las que nunca te aburres.
Siempre le pasan cosas y algunas, estrafalarias.
Han pasado meses desde que se divorció, su periodo de “luto” ya había acabado.
Y en esas que se apuntó a una web para encontrar pareja.
Pues bien, citó a un hombre, en un lugar al lado del mar. Pasear y esas cosas.
Total, que parecía que había chispa entre ellos.
Ella le pidió permiso para olerle, es una de las primeras cribas que tiene que pasar aquél que quiera acercarse a mi amiga.
Ese morenazo de manos grandes y suaves.
Con esos faros a juego con la camisa que la estaban deslumbrando.
Dijo:
– sí.
Mi amiga, sensualmente, acercó su nariz al cuello de él y le olió…
Madre mía. ¡Qué fragancia más exquisita! – suspiró mi amiga para sus adentros-.
Ese hombre no quería ser menos, así que se le acercó al cuello e hizo lo mismo.
Una corriente eléctrica de esas suavecitas que te llegan a lo más profundo del sexo. Eso recibieron.
Él parecía encantado.
Mi amiga para disimular el sofocante calor que le invadió de repente, le preguntó:
– ¿Qué perfume es?
– Pau…..Gau….ier
Lidiando con la corriente y el sofoco:
-¡No puede ser!… ¿un perfume que se llama «polvo 10»? – engullendo sus pensamientos siguió diciéndose:
-Es la primera vez que lo escucho, lo cierto es que, huele genial y que me resulta muy familiar.
Entre miradas, susurros y primeras confesiones, iba transcurriendo la cita, pero mi amiga no podía parar de pensar en el nombre de la colonia:
-Es imposible. Un perfume no puede llamarse «polvo 10». Igual lo ha dicho para quedarse conmigo… y… ¿si es una indirecta?
Las indirectas no son mi fuerte. De hecho, prefiero dejar pasar el tren si no son claros conmigo, no me la juego.
Pero es que este hombre me tiene loquita y ese olor ¡ni te lo cuento!
Así que quiso aclarar la incógnita:
-Mira, ¿puedes repetirme el nombre del perfume? Es que no lo he entendido bien.
– Pau…..Gau….ier
Me juro que estoy flipando, «polvo 10». Increíble – Seguía en su diálogo-.
Al ver la cara contrariada de mi amiga, ese morenazo preguntó:
– ¿Te pasa algo?
Tomando una respiración profunda y con ánimo de aclarar el asunto le dijo:
– Te voy a ser sincera. Creo que todavía no me he enterado del nombre de ese perfume, sigo dándole vueltas.
¿Me has dicho que se llama «polvo10»?
Me parece un nombre muy … bueno… no sé… ¿la gente compra una colonia que se llama así?
El morenazo de ojos como faros disparó una gran carcajada…
-¿Eso entendiste? Jajajajajajaja
Buenísimo…
¿Eres muy creativa verdad?
Ella por contagio empezó a reírse también y entre risas, miradas cómplices, cayó el primer beso.
Él le confesó que siempre le había dicho:
– Jean Paul Gaultier
Mi amiga se dejó la vergüenza para su casa.
En ese momento nadó como pudo.
Todavía hoy se pregunta qué similitud fonética hay entre «polvo 10» y «Jean Paul Gaultier».
Y… ¿Dónde estaba ella con ese morenazo para entender «polvo10»?
Es coach y sabe de brechas en la comunicación…
¡Estaba tan convencida de lo que había oído!
Quizás en otra historia te cuento lo que pasó una vez mi amiga disminuyó esa brecha.
Y aquí la lección fundamental sobre la escucha y lo que comunicas:
Debes ser consciente de que, cuando escribes o hablas, quieres transmitir un mensaje.
Pero hay múltiples interpretaciones. Dependiendo de la situación del lector, puede entender una cosa u otra.
Sobre todo, repito, sobre todo, si no eres muy claro y conciso con lo que quieres decir.
Tienes dos opciones:
- Pasas de lo que puedan interpretar y que cada uno se lo tome como quiera.
o
- Aprendes a desarrollar una escucha fina y una claridad, para asegurarte de que transmites claro y transparente el mensaje de tus escritos o conversaciones.
Digo yo que es fundamental para que la gente entienda lo que quieres decir.
Si es así, de verdad, no dejes pasar la oportunidad.
Si has llegado hasta aquí, si lees mis historias y te inspiro;
Si quieres expresarte como te dé la gana, con elegancia, ternura y estructura…
Da un paso más, reserva
Te aseguro que no va a dejarte indiferente.
joana p.