Cuando estudié nutrición, tuve la suerte de asistir durante un año o más, a las consultas de un nutricionista / formador, muy bueno.
(algún día contaré historias de él, para honrar su sabiduría y memoria)
Yo hacía prácticas con él para aprender a pasar consultas.
Entre consulta y consulta, me hablaba del paciente que acabábamos de atender.
A muchos colegas no les gustaba trabajar con ese hombre, porque decían que se perdía mucho el tiempo.
Sin embargo, yo creía que era todo lo contrario.
Es verdad que era imprevisible.
Que a veces daba muchos rodeos.
Pero de pronto, no sé por qué, empezaba a soltar sabiduría por su boca.
Era cuestión de esperar, estar con él y cuando se le activaba el compartir su conocimiento, ser rápida y escribir todo, todo lo que decía.
Luego ya llegaría el momento de traducir mi letra y recomponer las frases.
Lo que ese hombre explicaba era oro puro.
Te lo digo yo.
Siempre lo he sabido, pero ahora, después de 23 años te aseguro que me reafirmo en ello con más fuerza que nunca.
El caso es que lo de los gambones del otro día y lo de hoy de la sepia, lo sé gracias a él.
Un tiempo después, lo llevé a la práctica, y también pude observar resultados de gente que había seguido estas recomendaciones de mi entonces maestro.
Vuelvo a la sepia que no me olvido.
El título de este artículo es fuego en la mujer.
Podría decir que tomar esta receta de sepia no es que active tu fuego como mujer.
Más bien, lo que hace es incentivar el recuerdo a tu vagina de la contracción.
Igual que hace la sepia al moverse.
Indirectamente activará tu fuego, es verdad.
Pero lo importante aquí es recuperar esa fuerza de contracción en nosotras.
Luego la utilizaremos para lo que queramos.
Las sepias tienen una gran aleta que rodea todo su cuerpo y que utilizan para nadar.
Pero ese no es el movimiento que nos interesa de la sepia.
El que nos interesa es cuando necesitan un movimiento rápido, por ejemplo, cuando huyen del enemigo.
Lo que hace es cerrar el agujero en el manto, reduce los músculos fuertes de las paredes del manto y libera drásticamente el agua de su cuerpo a través del embudo estrecho.
De esa manera puede moverse rápidamente y con fuerza por propulsión en el agua.
Bueno,
Te voy a ser sincera.
Creo que nosotras las mujeres podemos recuperar nuestro movimiento de contracción de la vagina con ejercicios específicos acompañados por apneas.
De tomar conciencia de lo que nos está pasando y querer solucionarlo.
Creo, que, si lo consigues así, ¿para qué comerte una sepia?
Lo digo por si eres vegana.
Es verdad que lo que si hace esta receta es aumentar el deseo sexual en nosotras, las mujeres.
Pero repito, unos ejercicios concretos y con un buen entreno también te llevarán al mismo resultado.
Y si necesitas acompañamiento de una profesional por un tiempo, permítetelo.
Si quieres, claro.
Como lo prometido es deuda 😉, os comparto la receta.
Objetivo: aumentar el deseo sexual en nosotras, las mujeres.
Ingredientes (4 personas):
1 kg de sepia o calamar
1kg de cebollas
250 ml de vino blanco
2 hojas de laurel
Pimienta negra molida
Sal
Azúcar mascabado
Cúrcuma
Elaboración:
La sepia limpia y cortada en aros.
¿te cuento un secreto?
Siempre pido en la pescadería que lo limpien, lo que sea que compro. Si tuviese que hacerlo yo, bueno, ya sabes.
En una olla con un fondo grueso añade un buen chorreón de aceite de oliva, agrega a continuación la cebolla cortada medias lunas finitas con una pizca de sal, salteando con dos palas (como enseño en mis clases de cocina terapéutica) hasta que la cebolla está transparente y tierna.
Remueves suavemente con una cucharada de café de cúrcuma, incluso un poco más, tú decides.
Pones las sepias troceadas, tapas y dejas que se cocine hasta que se evapore el líquido.
Añades el vino al estofado una vez se haya evaporado el agua de la sepia.
Todo el guiso lo vas a hacer en un fuego de tamaño mediano ¿ok?
Entonces,
Con el fuego fuerte añades las dos hojas de laurel (le quitas el nervio a las hojas que es tóxico), una cucharadita de azúcar mascabado y una pizca de pimienta negra.
Remueves suavemente y lo dejas cocer a un fuego bajo una hora aproximadamente hasta que la sepia está tierna.
Te puedes ayudar para esta cocción con un difusor.
La salsa debe reducirse bastante.
Ten un dedo de agua en un vaso con una cucharada de arrurruz (maicena si te resulta más fácil) , disuelves el arrurruz y lo añades al final de la cocción.
Mueve suavemente de nuevo un minuto hasta que la salsa quede espesa y amalgamada con el resto de ingredientes, paras el fuego y ya está.
Abrazo,
Joana P.